Cornelio Cajas Ávila – ETAPA – CARE
Edición Electrónica
Descargar archivo Acrobat Reader – 3750 KB.
La accesibilidad de la población a un adecuado servicio de agua y saneamiento básico, influye directamente sobre la salud pública y su desarrollo socioeconómico.
La ausencia de estos servicios, afecta a los grupos más vulnerables de la sociedad, y entre ellos sobre todo a los niños (as), en nuestro país en general, estos grupos, se ubican mayormente en el sector rural, donde se observan altos índices de morbilidad y mortalidad infantil, originados por enfermedades de origen hídrico. Este tipo de enfermedades se encuentran entre las tres principales causas de morbilidad y mortalidad en el mundo, (Craun Eta. 1994. citado por CINARA, 1997).
Durante la década del agua y saneamiento (1980-1990), la ampliación de los índices de cobertura y cantidad de servicio, a través de la construción de sistemas de agua potable, especialmente en el sector rural, se convirtió en el principal objetivo, sin importar la calidad en la prestación del mismo.
Este enfoque netamente constructivo y el rol asumido por el Estado como proveedor, no tuvo un impacto positivo en la salud y calidad de vida de las comunidades beneficiadas, debido a que la participación de la comunidad se limitó a la prestación de la mano de obra no calificada en la etapa de la ejecución de los sistemas, y fue casi nula en las otras etapas de conceptuación, planeación y diseño de los proyectos. A esto se suma el uso de tecnologías inapropiadas que no responden a los niveles de riesgo sanitario existentes en las fuentes, a las condiciones técnicas, económicas y sociales, e incluso culturales de las comunidades, ni a las expectativas, intereses y capacidades de los futuros usuarios/as. Además no ha existido el concepto integral de los sistemas con programas de apoyo en áreas de educación, capacitación, transferencia de tecnología, etc., que posibiliten una adecuada prestación del servicio.
Esto generó un nivel de dependencia de los sistemas comunitarios de agua hacia las instituciones, lo que no permitió el desarrollo de una estructura organizativa comunitaria sólida y capacitada en aspectos administrativos, financieros, de operación, mantenimiento y de uso adecuado del elemento agua, de modo que se actúe con criterio empresarial y se propicie la sostenibilidad de los sistemas. (CINARA, IRC, CARE, ETAPA. 1996).
Cualquier información adicional, favor envíenos un correo a sicam@camaren.org.
Permítanos recordarle que para acceder a los materiales señalados, deberá tener instalado en su equipo los programas: Winzip y Adobe Acrobat Reader.