Educación y capacitación: La educación entre personas adultas
Susana Ruggiero
Edición Electrónica
Descargar archivo Acrobat Reader – 2150 KB.
El campo de la educación de las personas adultas ha sido siempre polémico.Con el correr del tiempo fue adquiriendo más y más importancia, impulsado tanto por los avances vertiginosos de la ciencia y de la técnica como por el hecho de que somos las personas adultas las que estamos más directamente comprometidas con las transformaciones que se producen en nuestro tiempo, y por lo tanto necesitamos hacer los ajustes más inmediatos. Por un lado para poder sobrevivir, y por otro, para poder ser parte activa de las decisiones cruciales en lo laboral, lo económico, lo político y lo social y evitar que se nos excluya de esos procesos.Hoy en día, parece que gran parte de lo que hacemos los educadores, por ejemplo, no alcanzara para satisfacer las renovadas necesidades de las personas y de los grupos sociales.Consideremos el caso del cacao que nos preocupa y nos ocupa en este momento.
En nuestro país, a partir de la mitad del siglo pasado, bajaron los niveles de productividad y de calidad de nuestro cacao, a pesar de los procesos de investigación y de extensión que desarrollaron múltiples organizaciones, buscando capacitar a los productores y mejorar la producción. Incluso se incorporaron promotores y las promotoras campesinos, lo cual signi?có sin duda para el ámbito rural, un aporte singular y bene?cioso, que fue abriendo paso, en nuestro país, a una nueva modalidad participativa, conocida como “de campesino a campesino”.¿Y entonces? ¿Por qué pasó lo que pasó y todavía no hemos podido superar del todo, las di?cultades que provocó esa situación?Seguramente son varias las razones que podrían explicar parte del problema.Entre ellas nos corresponde plantear aspectos que son de nuestra responsabilidad:¿Será que el modelo de extensión tradicional no es el más adecuado para incrementar la producción, porque la tecnología que se quiere imponer –la transferencia mecánica de paquetes tecnológicos– no responden a las condiciones culturales, económicas ni sociales de los pequeños y medianos productores?En términos de capacitación, cuando enseñamos ¿hemos establecido una relación comunicativa técnico – productor, de manera tal que permitiera la participación real de los campesinos en sus propios procesos de aprendizaje? ¿O nos limitamos a dar indicaciones y consejos exclusivamente técnicos, o a transferir el resultado de las investigaciones, tratando de incorporar tecnologías que están fuera del alcance de los campesinos?¿Hemos usado las metodologías, técnicas y procedimientos adecuados para estimular, facilitar y asegurar los aprendizajes de nuestros interlocutores?¿Pudimos observar y promover el aprendizaje cooperativo de verdad, favoreciendo a comunicación y el trabajo conjunto entre productores? ¿Valoramos su?cientemente sus aportes y sus conocimientos?Lo concreto es que, ante los resultados obtenidos por las labores de extensión, –que todavía no son lo que se espera de ellas–, parece que nos llegó la hora de repensar y de reaprender. A nadie le viene mal actualizarse… El mundo cambia y no queda más que cambiar con el mundo. Sin duda, en nuestro ámbito de acción, necesitamos, más que nunca, un capacitador renovado que pueda enfrentar los retos actuales analizando su contexto: una realidad total y no focalizada. El mundo globalizado impone un insospechado nivel de competencia, a la que es necesario enfrentar con actualización y calidad permanentes.
El módulo de Educación y capacitación consta de las siguientes unidades:
1. Vitaliano Sarabia, constructor de aprendizajes2. La enseñanza y los aprendizajes3. La educación entre personas adultas4. Extensión y capacitación 5. La mediación pedagógica6. Un secreto para el éxito: la planificación 7. Evaluar … sin asustar
Cualquier información adicional, favor envíenos un correo a sicam@camaren.org.
Permítanos recordarle que para acceder a los materiales señalados, deberá tener instalado en su equipo los programas: Winzip y Adobe Acrobat Reader.