Aprender a Enseñar: metodología de capacitación
María Susana Ruggiero
Edición Electrónica
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Para enseñar, Hay que aprender a hacerlo
En nuestro Ecuador, cada día crece la demanda de cacao en el mercado nacional e internacional, a pesar de los problemas de calidad que se presenta a lo largo de la cadena. Las organizaciones que asocian a medianos y pequeños productores de cacao tienen ahora nuevas oportunidades de hacer negocios directamente con las empresas chocolateras del mundo.
Para aprovechar estas oportunidades, el reto es mejorar la calidad en la producción, en el beneficiado del cacao, en la negociación con los compradores así como fortalecer los procesos asociativos, para lograrlo, un camino es la capacitación de los productores. Algunos, ya se están capacitando con apoyo de varias entidades que trabajan a favor del sector. Las organizaciones de productores están proponiendo que las mismas organizaciones formen líderes, que ayuden a impulsar sus propios procesos de capacitación.
Se han impulsado procesos de investigación y de extensión que buscaban capacitar a los productores y mejorar la producción, esto permitió formar promotores y promotoras campesinos, lo cual significó un aporte singular y beneficioso, que fue abriendo paso, en nuestro país, a una nueva modalidad participativa, conocida como de campesino a campesino”.
¿Y entonces? ¿Por qué todavía no se han podido superar los niveles de productividad y la baja calidad de la producción?
Seguramente son varias las razones que podrían explicar parte del problema. Entre ellas nos corresponde plantear aspectos que son de nuestra responsabilidad:
¿Será que el modelo de extensión tradicional, no es el más adecuado para incrementar la producción, porque la tecnología que se quiere imponer-la transferencia mecánica de paquetes tecnológicos – no responden a las condiciones culturales, económicas ni sociales de los pequeños y medianos productores?
En términos de capacitación, cuando enseñamos ¿Hemos usado las metodologías, técnicas y procedimientos adecuados para estimular, facilitar y asegurar los aprendizajes de nuestros interlocutores?. ¿Valoramos suficientemente sus aportes y sus conocimientos? Lo concreto es que, ante los resultados obtenidos por las labores de extensión, – que todavía no son lo que se espera de ellas -, parece que nos llegó la hora de repensar y de reaprender los procesos de enseñanza y de aprendizaje entre personas adultas. Sin duda, en nuestro ámbito de acción, necesitamos más que nunca, un Facilitador renovado. Al ofrecerle este material, hemos pensado colaborar para que, su tarea de capacitar a los productores de cacao, sea más fácil y fructífera y le depare verdaderas satisfacciones, estimulando su interés y su dedicación.
Por supuesto el tema no se agota con este documento. Más bien, esto es solo un principio, a través del cual, hemos querido compartir algunos aspectos específicos relativos al aprender y al enseñar, (y tal vez más específicamente a su tarea de enseñar). Lo que pretendemos es abrir espacios de reflexión sobre su propia práctica como facilitador. Sin duda, quien enseña, tiene una decisiva participación en el aprendizaje de sus estudiantes. Enseñar es una tarea que requiere interés, preparación, apertura de pensamiento, dedicación y esfuerzo. Sabemos que usted la asume con responsabilidad. Le deseamos mucho éxito en su tarea.
Cualquier información adicional, favor envíenos un correo a sicam@camaren.org.
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